Dos, de dos¡¡¡¡. Esta es la segunda receta de galletas que publico en poco tiempo. La he adaptado del libro Un dulce en Nueva York. La primera era Galletas con trocitos de chocolate que podéis ver la receta aqui
Si ésta estaba requetebuena, la que os traigo hoy no lo está menos. A la vista está la foto¡¡¡
El chocolate es el protagonista absoluto de estas galletas, lo lleva por dentro, por fuera, por el lado por el otro lado, vuelve a llevar por dentro, ( podría seguir así infinitamente¡¡¡¡) . Salen unas galletas abizcochonadas ( no se si existe esta palabra ) pero es la definición que más se me ajusta para poder describir lo que se siente al comerlas. La verdad es que son pequeñas bombas de delicioso sabor a chocolate.
INGREDIENTES ( Me han salido unas 18 galletas bien hermosas )
250g chocolate para postres / 250g de mantequilla / 1,5 cl de café descafeinado / 2 cucharadas de cacao en polvo / 250g de azúcar moreno / 4 huevos M / 375g de harina de fuerza / 1 cucharadita de levadura en polvo / 250g de chocolate troceado.
ELABORACIÓN
- Cogemos una sartén y a fuego bajito, fundimos la mantequilla, 250g chocolate y el cacao, dando vueltas con una cuchara de madera.
Fundimos por completo y fuera del fuego incorporamos el café descafeinado. Removemos y reservamos.
- Batimos con las varillas eléctricas, los huevos junto con el azúcar moreno, al menos durante un minuto. Veréis que doblan su volumen. Reservamos
-Troceamos los otros 250g de chocolate toscamente con un cuchillo. En un bol mezclamos la harina, la levadura y los trozos de chocolate.
-Juntamos las tres preparaciones y las mezclamos con las varillas eléctricas a baja potencia hasta integrar completamente. Reservamos esta mezcla en la nevera al menos 1 hora.
-Precalentamos el horno a 200ºC. Empezamos a coger masa, bien con una cuchara para helado, o bien con vuestras manos. Hacemos bolas mas o menos del mismo tamaño ( podéis pesarlas ), y las vamos colocando en una bandeja de horno con un papel sulfurizado. Las aplastamos un poquito y las horneamos unos 7-8 minutos. Sacamos del horno y dejamos enfriar encima de una rejilla.
Jijijijiji, les pirra¡¡¡¡¡
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